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En esta oportunidad les contaré mi experiencia en Navidad compartida junto a los niños que trajo el colegio para que hicieran parte de nuestra celebración.
El colegio tiene como tradición asignar un niño a cada estudiante para que este le traiga una prenda de ropa y un juguete como regalo de Navidad, además se da la opción de traer más regalos para cualquier niño o elegir un abuelito y traerle también un regalo de Navidad. En mi caso, tuve la capacidad de traerle un regalo a una niña y también a una abuelita.
Esta oportunidad que me da el colegio de hacer feliz a alguien más, ya sea con pequeños detalles que se dan con todo el amor, es algo llenador y maravilloso para mí, es una oportunidad que no siempre se da, ten donde das sin necesidad de recibir nada a cambio, es una oportunidad de dar amor y seguir dando amor por todo un día, un día dedicado al otro, pensando en los demás, sin pensar en qué recompensa te espera, porque son acciones totalmente abnegadas, son acciones propias de el ser humano que todos deseamos ser el 100% del tiempo.
En esta oportunidad, no vino mi ahijada al colegio, vinieron solo 5 niños, pero cuando llegaron todos estábamos muy emocionados por ver su reacción al ver sus regalos y el desayuno que les habíamos preparado, además teníamos actividades para que estuvieran felices todo el día. Cuando llegaron fueron todos muy bien atendidos, se les dio a todos un desayuno muy completo, lleno de frutas, waffles, tortillas, Nutella, crema, jugo y demás, también se les dieron sus regalos y empezaron a jugar con ellos. Fue un momento mágico, ver a tantos niños celebrando con personas nuevas para ellos, se notaba el amor, se veía la felicidad desbordarse en sus acciones, ¡se sentía la Navidad en el ambiente! Sé que la Navidad se celebra en familia, pero para mí, la Navidad se celebra en el momento en que nos amamos el uno al otro y agradecemos ese amor, sin importar de quién provenga, agradecemos que exista el prójimo que ame y que haga el bien porque le nace y no porque le toca. Esta celebración hace que todos estén alegres, que cualquier persona, sin importar su condición, se sienta feliz, sonría y celebre la Navidad.
En esta oportunidad les contaré mi experiencia en Navidad compartida junto a los niños que trajo el colegio para que hicieran parte de nuestra celebración.
El colegio tiene como tradición asignar un niño a cada estudiante para que este le traiga una prenda de ropa y un juguete como regalo de Navidad, además se da la opción de traer más regalos para cualquier niño o elegir un abuelito y traerle también un regalo de Navidad. En mi caso, tuve la capacidad de traerle un regalo a una niña y también a una abuelita.
Esta oportunidad que me da el colegio de hacer feliz a alguien más, ya sea con pequeños detalles que se dan con todo el amor, es algo llenador y maravilloso para mí, es una oportunidad que no siempre se da, ten donde das sin necesidad de recibir nada a cambio, es una oportunidad de dar amor y seguir dando amor por todo un día, un día dedicado al otro, pensando en los demás, sin pensar en qué recompensa te espera, porque son acciones totalmente abnegadas, son acciones propias de el ser humano que todos deseamos ser el 100% del tiempo.
En esta oportunidad, no vino mi ahijada al colegio, vinieron solo 5 niños, pero cuando llegaron todos estábamos muy emocionados por ver su reacción al ver sus regalos y el desayuno que les habíamos preparado, además teníamos actividades para que estuvieran felices todo el día. Cuando llegaron fueron todos muy bien atendidos, se les dio a todos un desayuno muy completo, lleno de frutas, waffles, tortillas, Nutella, crema, jugo y demás, también se les dieron sus regalos y empezaron a jugar con ellos. Fue un momento mágico, ver a tantos niños celebrando con personas nuevas para ellos, se notaba el amor, se veía la felicidad desbordarse en sus acciones, ¡se sentía la Navidad en el ambiente! Sé que la Navidad se celebra en familia, pero para mí, la Navidad se celebra en el momento en que nos amamos el uno al otro y agradecemos ese amor, sin importar de quién provenga, agradecemos que exista el prójimo que ame y que haga el bien porque le nace y no porque le toca. Esta celebración hace que todos estén alegres, que cualquier persona, sin importar su condición, se sienta feliz, sonría y celebre la Navidad.
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